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La lateralidad cerebral en Educación Infantil

Trastorno de la lateralidad
Red Educa

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Mar, 26/03/2024 - 12:13

¿Alguna vez has pensado en qué es lo que hace que en nuestros primeros años de vida se determine que acabemos siendo una persona zurda o diestra? En la mayoría de las personas, cada hemisferio gobierna una serie de funciones y a su vez, “domina” en la mayor parte del lado contrario del cuerpo. Es decir, todos tenemos una parte del cerebro que prevalece a la otra.

Esto es lo que se llama lateralidad, y es lo que ocasiona que, a partir de los cinco o seis años, quede definido si somos zurdos o diestros. Pero ¿qué ocurre si la lateralidad no se define bien en los primeros años de vida? En ese caso estaremos hablando de un “trastorno de la lateralidad”, el cual indica que nuestro cerebro no tiene una dominancia hemisférica. Esto se debe a un trastorno neurofisiológico hereditario que puede repercutir negativamente en el desarrollo del niño o niña.

El trastorno de la lateralidad

El trastorno de la lateralidad en educación infantil afecta al aprendizaje de funciones que se consideran básicas, como el desarrollo del lenguaje, la capacidad analítica, la lógica, la percepción espaciotemporal, el equilibro, etc.

Algunos de los signos más habituales entre las personas que presentan el trastorno de la lateralidad son dificultades en el lenguaje oral y escrito, problemas de comunicación, apatía, inseguridad, desmotivación, angustia o problemas de relaciones sociales. Todo esto ocasiona un gran estrés y frustración tanto en las personas que lo padecen como en sus familiares, lo cual se puede evitar con una correcta detección y tratamiento.

Pero, ¿existe un tratamiento?

Sí, se trata de un tratamiento neurofisiológico que disminuye los signos del trastorno de la lateralidad en al menos un 80%. Pero, para ello, es esencial que en un primer momento se lleve a cabo una detección pormenorizada en el que se detecte de manera clara las áreas que están afectadas, así como el nivel de gravedad de dicho trastorno.

El trastorno de la lateralidad en el desarrollo educativo

En los primeros cursos de infantil ya podemos detectar ciertos problemas en los niños y niñas con trastorno de la lateralidad ante los que podemos estar atentos para realizar con éxito una detección precoz de sus necesidades. Por ejemplo, pueden presentar dificultad en el aprendizaje de la lectura, ya que pueden perderse a menudo o lo harán de una forma muy lenta. Suelen presentar dificultad para mantener la atención, confunden con facilidad derecha e izquierda, no se muestran motivados en el aula, teniendo de esta forma cero intereses en determinadas actividades o juegos que se desarrollen y podemos encontrar en ellas y ellos una baja autoestima y problemas emocionales como irritabilidad, reacciones desmedidas e inesperadas, etc.  

Trabajarla desde casa

El primer consejo que debemos dar es el de nunca corregir a las niñas y los niños cuando comiencen a desarrollar su tendencia a utilizar una mano u otra. Si, por ejemplo, vemos que nuestros hijos comienzan a escribir y utilizar más la mano izquierda, no debemos corregirles ni animarlos a utilizar la derecha para tareas tan cotidianas como escribir o comer, ya que en estos casos estaremos perjudicando más que ayudando, puesto que se puede generar una lateralización equivocada.

A continuación, detallamos una serie de juegos y actividades que podemos desarrollar en casa para trabajar el trastorno de la lateralidad en educación infantil en casa y reforzar así la ayuda de los profesionales con el que está trabajando nuestra hija o hijo:

  • Identificar las figuras que están giradas hacia ambos sentidos. Podemos utilizar personas caminando unas hacia la izquierda y otras hacia la derecha o peces nadando en sentido contrario. Debemos señalar, redondear o colorear los que vayan hacia un lado determinado.
  • Simón dice. Con este tradicional juego podremos darles indicaciones de qué queremos que realicen. Por ejemplo: tócate la nariz con el dedo índice de la mano izquierda.
  • Búsqueda del tesoro. Podemos esconderle diferentes pruebas y tesoros por la casa dándole indicaciones a viva voz o bien dibujadas en un mapa donde las indicaciones sean con izquierda o derecha.
  • Espejo, espejo. Deberemos colocarnos delante del niño y realizar diferentes acciones como levantar el brazo o movernos para que pueda imitarnos.
  • Cocinar. La cocina puede ser un gran aliado para los más pequeños. Podemos dar indicaciones para, por ejemplo, amasar con una mano en concreto, cortar con otra, etc.
  • Sopa de letras. Podemos jugar en casa a una variante de este clásico juego. En lugar de encontrar palabras podemos señalar todas las letras “B” o “D”, o la que deseemos resaltar.

El trastorno de la lateralidad en educación infantil puede confundirse en muchas ocasiones con otros tipos de trastornos y llevarnos a un diagnóstico erróneo y a una incorrecta intervención en el aula. Por ello es esencial tener formación en dicho ámbito como puede ser la Pedagogía y Psicopedagogía Clínica para proceder a un correcto diagnóstico, o bien en Pedagogía Sistémica para proceder con la intervención en el aula.

 

Texto escrito por María Pilar Garrido.

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