El niño como protagonista en la pedagogía Waldorf
Cada vez somos más conscientes de que la educación necesita un cambio, así como una renovación por parte del sistema educativo en general, y de las metodologías y sistemas de evaluación en particular. Esto hace que cada vez los padres y los docentes se interesen más por nuevos métodos pedagógicos en los que enfocar la educación. Por ello, os presentamos la pedagogía Waldorf.
El origen de la pedagogía Waldorf
El origen de esta pedagogía lo podemos encontrar en Rudolf Steiner, filósofo austríaco y padre de muchas corrientes que son altamente conocidas años después como la antroposofía o la agricultura biodinámica.
La pedagogía Waldorf comenzó tras una visita de Steiner a la fábrica de cigarrillos Waldorf en Stuttgart, donde tuvo lugar una charla sobre la renovación social y la nueva forma de organizar la sociedad. El dueño de la fábrica le pidió a Steiner que se encargara de dirigir una escuela para educar a los hijos de los empleados de la fábrica con esos ideales liberales. Este fue el momento en el que se creó la primera escuela siguiendo este movimiento, extendiéndose posteriormente por el resto de Europa y el mundo.
El objetivo de Steiner
El objetivo principal de la pedagogía Waldorf es que el niño sea el objetivo principal de la enseñanza, por lo que cada uno debe ser capaz de desarrollar su propia individualidad con ayuda de su talento propio y el desarrollo de este, contando con la ayuda tanto del profesorado como de los padres en las dificultades.
Los niños deben ser considerados como el principal objetivo de la sociedad, ya que tienen un enorme potencial y son la base del futuro. Para ello, el niño debe gozar de una gran libertad para que sea capaz de desarrollarse por sí mismo. Además, se llevan a cabo principalmente, y junto con el curriculum obligatorio, actividades artísticas y trabajos manuales con la que los niños sean capaces de desarrollar su creatividad.
En este tipo de educación no se realizan exámenes. Los exámenes crean una sensación de tensión e inseguridad que lo único que consigue es que el alumnado pierda el interés por estudiar. Este tipo de educación tiene el objetivo de crear en el niño la inquietud necesaria para estudiar y que no se aburran en el aula. Además, con los exámenes, nos centramos más en preparar al alumnado para dicha prueba y no en que realmente aprenda.
En la pedagogía Waldorf no usan las nuevas tecnologías a edades tempranas, sino que se trata de ofrecer una enseñanza más viva por medio de las artes. Debido a este pensamiento, los niños no aprenden a leer ni a escribir hasta los 6 o 7 años, ya que consideran que antes son demasiado inmaduros y se les debe dejar que jueguen con libertad.
No utilizan libros de texto, ya que los libros los va realizando el propio alumnado en su día a día. Todo el material que utilizan es natural y reciclable. Desde bien pequeños se les hace mucho hincapié en las artes, en los dibujos o la música para desarrollar su espíritu creador e imaginativo.
Principios fundamentales de la pedagogía Waldorf
Ya que el enfoque educativo de Steiner se basa en la antroposofía, una filosofía espiritual que busca comprender la naturaleza y el propósito del ser humano, así como su relación con el cosmos, podemos destacar algunos principios de su pedagogía:
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Desarrollo integral: la educación Waldorf se centra en el desarrollo integral de los niños, abordando no solo sus habilidades académicas, sino también aspectos emocionales, artísticos y sociales.
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Enfoque centrado en el niño: se reconoce la individualidad de cada niño, y el proceso de aprendizaje se adapta a las necesidades de cada estudiante. La idea es cultivar la creatividad y la curiosidad natural de los niños.
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Enseñanza por etapas: la pedagogía Waldorf está estructurada en torno a fases específicas del desarrollo infantil, reconociendo que los niños atraviesan diferentes etapas en su crecimiento, y adaptando los métodos de enseñanza en consecuencia.
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Énfasis en las artes: la música, la pintura, la danza y otras expresiones artísticas son componentes esenciales del plan de estudios. Se cree que estas actividades fomentan el desarrollo cognitivo y emocional de los niños.
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Integración de la espiritualidad: la antroposofía está presente en la pedagogía Waldorf, aunque de manera no confesional. La idea es nutrir el crecimiento espiritual del individuo sin imponer una creencia religiosa específica.
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Uso de materiales naturales: se da preferencia a materiales naturales en el entorno de aprendizaje, y se valora la conexión de los niños con la naturaleza.
Cada vez son más los educadores que buscan especializarse en Pedagogía Waldorf, pues su modelo educativo se ha expandido a nivel internacional. Esta pedagogía ha evolucionado y ha sido objeto de debate, pero sigue siendo reconocida por su enfoque holístico y centrado en el niño.
Texto escrito por María Pilar Garrido.