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Los modelos de mediación familiar

Mediación familiar
Red Educa

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Lun, 18/03/2024 - 11:21

La mediación familiar es un proceso en el cual un tercero neutral, llamado mediador, facilita la comunicación y negociación entre las partes involucradas en un conflicto familiar. El objetivo principal de la mediación familiar es ayudar a las personas a encontrar soluciones mutuamente aceptables y construir acuerdos que satisfagan las necesidades y preocupaciones de todos los miembros de la familia.

La mediación familiar: definición

El concepto de mediación familiar ha ido creciendo progresivamente a lo largo de su práctica profesional, y, con el aporte de los diferentes autores, se puede decir que se ha llegado a cierto consenso delimitando conceptualmente esta práctica como “un proceso temporalmente limitado, para la resolución de conflictos, que nivela la divergencia con tal de poder alcanzar un acuerdo en el cual participa una tercera parte, imparcial o neutra, denominada mediador. Dicho profesional carece de poder de decisión, pero su actividad tiene como meta ayudar a las partes a alcanzar un acuerdo consensuado, que además propicie la continuidad de las relaciones”. (Poyatos, 2003)

En el contexto de la mediación familiar, los conflictos pueden incluir disputas relacionadas con divorcios, separaciones, custodia de hijos, visitas o reparto de bienes, entre otros. El mediador no toma partido ni impone decisiones, sino que actúa como un facilitador imparcial para promover la comunicación efectiva y ayudar a las partes a explorar opciones y llegar a acuerdos voluntarios.

Los aspectos clave

Algunos aspectos clave de la mediación familiar incluyen:

  1. Voluntariedad: la participación en la mediación familiar suele ser voluntaria, y las partes involucradas pueden retirarse en cualquier momento si no están satisfechas con el proceso.

  2. Confidencialidad: la información compartida durante la mediación generalmente se mantiene confidencial, lo que fomenta un ambiente abierto para la discusión.

  3. Imparcialidad: el mediador debe ser imparcial y no tener ningún interés personal en el resultado del conflicto. Su objetivo es facilitar un proceso justo y equitativo.

  4. Enfoque centrado en el futuro: la mediación familiar se centra en encontrar soluciones para el futuro en lugar de centrarse en culpas o disputas pasadas.

  5. Flexibilidad: la mediación ofrece flexibilidad en términos de agenda y enfoque, permitiendo a las partes personalizar el proceso de acuerdo con sus necesidades.

Los modelos de mediación familiar

Existen tres modelos básicos aplicables en el proceso de mediación familiar que, aunque pueden combinarse entre sí, siempre deben ser flexibles en su ejecución.

  • Modelo Harvard de Fisher y Ury. Se basa en la comunicación de las partes, y facilita la manifestación del conflicto, lo que se denomina “airear” el conflicto por las partes, pero bajo ciertos límites y con intención de eliminar la noción de culpa. Su meta es lograr el acuerdo de las partes mediante una comunicación lineal a través de preguntas abiertas, cuya finalidad es la satisfacción de los intereses de las partes mediante un acuerdo. Tiene 3 reglas básicas: la escucha activa, comunicarse de forma clara, y hablar de sí mismo sin criticar.
  • Modelo transformativo de Bush y Folger. Se centra en lo relacional. Trabaja mediante la causalidad circular. Su meta es lograr que las partes alcancen el empoderamiento para que se responsabilicen de sus acciones y también el reconocimiento, es decir, se centra en las relaciones humanas. Tiene un componente terapéutico.
  • Modelo circular-narrativo de Sara Cobb. Busca que las partes tengan la oportunidad de contar su propia historia. Se centra en la comunicación, trabajando mediante la causalidad circular, tratando de aumentar las diferencias hasta cierto punto, para que sean reconocidas por las partes. Su meta se centra en cambiar la historia y conseguir un acuerdo. Se basa en el enfoque sistémico.

Como podemos ver, la mediación familiar es una alternativa a la resolución de conflictos a través de procedimientos legales más formales, y puede ser especialmente beneficiosa para preservar las relaciones familiares, reducir el estrés emocional y brindar a las partes involucradas un mayor control sobre las decisiones que afectan sus vidas.

En definitiva, la mediación familiar tiene unas peculiaridades que la destacan como una herramienta muy potente en la resolución de conflictos. Su uso conlleva el reconocimiento de unos valores y procedimientos que educan en la paz en las relaciones. Su actuación propicia que las partes implicadas en el conflicto busquen ellas mismas posibles soluciones, potenciando de esta forma los elementos comunicativos.

 

Texto escrito por Juan Pablo Martínez Doñate.

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