La vinculación afectiva
¿Qué es la vinculación afectiva?
La vinculación afectiva es el intenso apego que se forma entre los padres y los hijos. Se puede decir lo que a corto plazo motivará a los padres a ocuparse de las necesidades de los hijos, incluso a costa de las propias. Establecer vínculos afectivos entre padres e hijos produce múltiples beneficios a largo plazo, como favorecer el desarrollo del niño/a, darle un modelo para sus futuras relaciones íntimas y reforzar su autoestima. Es un aspecto fundamental en nuestra vidas donde influye la salud emocional y las relaciones interpersonales.
El concepto de la vinculación afectiva nació en el década de 1970 a raíz de un estudio de pediatría que cambió la forma en que los hospitales se trataba a los bebés tras el parto, pasando a fomentar la creación de vínculos entre el recién nacido y la madre.
La vinculación afectiva y sus lazos se establecen en formas y momentos diferentes en cada familia. Muchas veces sucede tras el parto, en otras se desarrollan con el tiempo, a medida que se atiende a los bebés. Hay ocasiones en que el temprano proceso de vinculación se ve interrumpido, como podría ser, por ejemplo, por causas médicas en la madre o el bebé. Pero estas dificultades pueden ser superadas de la forma más natural, con atención y cariño, en cuanto se retome el contacto.
Formas de vinculación afectiva
Sensorial: el contacto físico que puedan tener, la cercanía o proximidad a través de sus sentidos será clave para el desarrollo de sus capacidades cognitivas y sociales.
Amor y afectividad: Ser transparentes por parte de los padres hacia sus hijos de lo que sienten.
Identificación: compartir actividades, gustos o intereses entre padres e hijos ya que puede mejorar la relación.
Aceptación total: conocer tal y cómo es la persona.
Pertenencia y lealtad: sentir que formáis parte del equipo
Significación: Sentirse importante y que importa para la otra persona.
Aspectos de la vinculación afectiva
Estas son algunas actividades que puedes llevar a cabo con el bebé para favorecer la vinculación afectiva:
- Masajes u otras caricias.
- Cantar.
- Leer en voz alta.
- Acunarle.
- Hablarle y jugar
Categorías del apego
Además, podemos percibir tres categorías de vinculación afectiva en la infancia:
- Seguro: el bebe manifiesta por signos, que siente la marcha de su madre en el momento de la separación y la acoge calurosamente cuando vuelve pero no focaliza su atención sobre ella y vuelve a jugar.
- Inseguro-esquivo: el bebe no da señales de sentimiento con respecto a la marcha de su madre y cuando la madre vuelve, el niño/a la evita. Focaliza su atención sobre lo que le rodea y esto de manera persistente.
- Inseguro-resistente: el niño/a está preocupado por la madre durante la situación, no llega a calmarse cuando la madre vuelve, su atención está fija en ella.
La tendencia natural del niño/a es vincularse a una figura principal, habitualmente la madre o su sustituto. La separación de la figura de referencia afectiva que le da más seguridad, genera angustia y protesta. Aunque tampoco hay que abusar de esa sobreprotección sobre el niño a la hora de crecer ya que puede generar problemas de autonomía e independencia.
En definitiva, la figura del vínculo afectivo se define como una persona que aporta al niño/a una interacción social duradera como puede ser el confort, protección, amparo en las situaciones angustiosas o aporte de cuidados necesario.
Texto escrito por Daniel Vera Cortés.