Los espacios maker
Las nuevas tecnologías se han instalado de lleno en nuestra rutina, e igualmente ocurre con el día a día en los centros educativos. Sin embargo, ¿cuántos de ellos tienen un espacio de creación o Espacio Maker? En las escuelas de los Estados Unidos cada vez es más común encontrar este tipo de espacios, y en España poco a poco van ganando terreno.
Estamos ante un método que deriva del Do It Yourself (hazlo tú mismo) y que facilita el desarrollo de la creatividad, la colaboración, el pensamiento crítico y la iniciativa de los alumnos.
Características del Makerspace o Espacio Maker
Como imaginarás, la clave está en el verbo To make, cuya traducción del inglés es "hacer". Es decir, que el aprendizaje se basa en la acción.
Básicamente, un Espacio Maker es un lugar físico donde los alumnos pueden explorar una variedad de herramientas y materiales para construir y crear sus propios proyectos escolares.
Estos espacios se han hecho más conocidos en los últimos años gracias al ‘Movimiento Maker’ que, en un primer momento, se fue desarrollando en ámbitos no educativos. Pero que, debido a la aplicación de las materias STEAM en las aulas (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas), hace que el alumno o alumna ponga en práctica valores relacionados con la cooperación y la creatividad, o desarrolle el pensamiento crítico, entre otros.
En definitiva, la educación maker tiene como objetivo principal proporcionar a los estudiantes la autonomía necesaria para explorar sus propias ideas y verse a sí mismos como personas que pueden imaginar, crear, construir y ser capaces de resolver sus propios problemas.
Beneficios de la Educación Maker
- Empodera a los estudiantes. Estos hablan, escuchan y toman decisiones dentro del grupo. Aprenden haciendo, una acción que suele abandonarse según vamos avanzando en las etapas educativas
- Los alumnos y alumnas se equivocan y aprenden de sus errores. Esto les ayuda a mejorar sus diseños partiendo de esos errores y a gestionar la frustración, desarrollando la capacidad de seguir adelante, con perseverancia, y entendiendo el fracaso como una parte necesaria del aprendizaje
- Mejora su concentración, invitándoles a preguntar, fomentando su creatividad, su curiosidad y la cultura emprendedora, mediante el pensamiento lógico y la experimentación
- Estos espacios facilitan la inclusión al tratarse de un aprendizaje cooperativo en el que se fomenta el sentimiento de comunidad, la tolerancia y el respeto
- Es para todas las edades. Pueden ser proyectos transversales, implicando más de una asignatura, más de un curso o diferentes edades. Por lo que, se rompe así con la habitual educación compartimentada
Por tanto, la Educación Maker es una metodología activa, de instrucción no directa y centrada en el aprendiz, que se enmarca en la teoría constructivista.
¿Y qué papel juega el docente en este método?
La función de los profesionales de la educación consiste, sobre todo, en facilitar un espacio de exploración, más que el acompañamiento estructurado del proceso de enseñanza.
Permite considerar, potenciar y enriquecer el Entorno Personal de Aprendizaje del estudiante (extensamente conocido como PLE por sus siglas en inglés).
No obstante, dependiendo de la configuración que se decida, el makerspace deberá contar con uno o más docentes que acompañen tanto su creación como su implementación, de carácter permanente o temporario y de dedicación total o parcial.
¿Cómo podemos crear un Makerspace?
En primer lugar, debemos considerar con qué recursos contamos en nuestro centro, cuáles son nuestros objetivos, saber si contamos con un espacio para ello…
El siguiente paso es añadir la tecnología necesaria. Por ejemplo, puede que el espacio ya cuente con un área de visualización para proyectar las ideas. Si no es así, puedes considerar agregar una pizarra digital interactiva, un dispositivo que convierte una pizarra o pared ordinaria blanca en una pizarra interactiva.
La comunidad también es importante. Es decir, un espacio sin usuarios es un lugar inerte. Las comunidades son las que dan vida a estos espacios, creando y manteniendo sus proyectos, sugiriendo nuevas ideas y cuidando el espacio para su uso y disfrute. Por tanto, los alumnos son el elemento clave de cualquier proyecto maker.
Además, debes contar con que las actividades son el motor de estos espacios. Facilitan la incorporación y capacitación de nuevos usuarios y sirven para que los contenidos que se trabajan en el espacio calen en el alumnado.
Con respecto a los materiales, los principales que se necesitan para el espacio maker podríamos decir que son:
- Ordenadores: sirven para realizar diseños tanto en 2D como en 3D. Además, nos permiten compartir estos diseños o acceder a soluciones ya creadas en Internet
- Máquinas de creación digital: permiten convertir los diseños creados por ordenador en piezas físicas. Las impresoras 3D más baratas trabajan fundiendo filamentos plásticos, que se van depositando capa sobre capa. Además, existen otras máquinas más rápidas para el corte de piezas planas, como cortadoras láser o fresadora
- Zonas para escribir y pensar en conjunto: como hemos mencionado, debemos disponer de un espacio para trabajar, con pizarras o zonas donde tomar notas
- Material de papelería
- Elementos de ordenación y almacenamiento: para guardar nuestros proyectos cuando no estemos trabajando en ellos y mantener limpio el espacio