¿Sufres estrés como docente? Toma nota de nuestros consejos para combatirlo
El sector educativo está sometido a grandes presiones laborales, provocando una realidad cada vez más creciente: estrés en el docente. Esta mezcla de agotamiento físico y mental, surge de una combinación de factores personales, sociales y laborales que explicaremos más adelante. Si todos estos factores no son gestionados, puede llegar a causar algunos de los síntomas de estrés en el docente. Veamos cómo se desarrolla esta respuesta física y emocional en el papel del docente.
¿Qué ocurre cuando aparece el estrés en el docente?
El estrés supone una reacción del organismo al intentar adaptarse a una situación peligrosa o desconocida. En el caso del estrés en el docente, tiene características propias como el agotamiento emocional, despersonalización y la baja realización personal. La figura del docente se sobrecarga con momentos como brindar una educación de calidad, interaccionar con alumnados con necesidades especiales, tener conflictos constantes en el aula o un exceso de tareas.
El estrés se puede manifestar de manera física o emocional, y sus síntomas pueden aparecer en irritabilidad, problemas de concentración, dificultades para dormir, fatiga y nerviosismo. Y todo esto es provocado por la falta de motivación, conflictos escolares, convivencia en los centros educativos o la sobrecarga de tareas y trabajo todos los días sin descanso. El estrés en el docente afecta de manera negativa en la habilidad de resolver problemas, en la creatividad y en la memoria.
El síndrome burnout, una señal de estrés en el docente
Se trata de uno de los síndromes que más sufren los docentes. El síndrome de burnout surge como una respuesta al estrés laboral y se refiere al trabajador quemado, sintiendo una pérdida progresiva de energía y satisfacción del trabajo. Sus síntomas son problemas de ansiedad, estrés, agotamiento y depresión. Sus causas son similares al estrés en el docente: faltas de respeto del alumnado, falsas acusaciones de familiares de alumnos, complicaciones para dar clase o problemas con la administración.
Estrategias para manejar el estrés en el aula
Ante esta problemática cada vez más presente, los expertos y sus estudios coinciden en la mejor solución: formarse en educación emocional. La finalidad de esta especialidad es aprender a manejar tus miedos, incertidumbres, emociones y motivaciones. Gracias a desarrollar la inteligencia emocional en el ámbito educativo podrás ayudarte a prevenir el estrés y la ansiedad, mejorar tu satisfacción laboral, evitar el síndrome de burnout mencionado anteriormente y hará efecto en tu alumnado en su desempeño académico y emocional también.
Los consejos más prácticos para combatir el estrés en el docente
Para enfrentarse al estrés en el docente, tienes que profundizar tanto en áreas laborales como en ciertos aspectos personales. Veamos qué consejos puedes aplicar:
- Recupera la pasión por tu profesión y con ello reducirás el agotamiento emocional y el interés que habías perdido
- Reduce tu ritmo de trabajo y ve más lento para poder respirar y desconectar del trabajo
- Tómate el día libre como desconexión para descansar
- Cambia poco a poco los hábitos anteriores de agobio, rapidez y estrés
- Haz ejercicio que te ayudará mejor a dormir y a relajarte. Además, el ejercicio te ayudará a alejar los pensamientos negativos
Por otro lado, sabemos que el principal foco del estrés en el docente es la gestión del aula. Por ello, te enseñamos cuáles son las actividades para docentes contra el estrés más efectivas:
- Decora la clase en un espacio creativo y alegre. Cambia la decoración y distribución para obtener otro ambiente nuevo.
- Evita el conflicto y ahorrarás energía
- Busca formas de divertirte en el aula con bromas o chistes que mejorarán el clima del aula
- Introduce nuevos juegos al aprendizaje de contenido
- Establece nuevas rutinas sanas para el alumnado y el docente con diferentes niveles de participación y actividades
Si te interesa esta temática acerca del estrés en el docente, conoce nuestro Curso Estrés Laboral y Burnout en Profesores de Enseñanza Obligatoria.