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Conoce todo sobre el mutismo selectivo: causas y tratamientos

Mutismo selectivo
Morayma Estrada

Morayma Estrada

Vie, 09/08/2024 - 09:09

A simple vista, el mutismo selectivo en niños puede confundirse con la timidez extrema, pero resulta que es mucho más que eso. Está causado por una gran ansiedad y puede afectar significativamente la vida diaria y el desarrollo social de la persona. Suele aparecer principalmente en niños/as y manifestarse en entornos como el colegio, donde la presión social y expectativas pueden superarles.

¿Qué es el mutismo selectivo en pocas palabras?

El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad que se presenta por la incapacidad de hablar en entornos sociales como el colegio. Suele aparecer en niños y niñas entre 3 y 4 años, edad determinante para que los padres puedan identificar lo que es el mutismo selectivo ante la incapacidad de decir ni una palabra durante el curso de preescolar. El mutismo selectivo en niños hace que puedan comunicarse en entornos familiares y seguros de manera normal, pero en otros lugares como el colegio o con personas desconocidas sufren un bloque significativo.

Puede parecer que el silencio que caracteriza el mutismo selectivo en niños se confunda con la timidez y no se aborde como un problema para su aprendizaje. Generalmente, los niños con mutismo selectivo se portan bien y educadamente en el aula, por lo que no suele saltar las alarmas ante esa timidez que suele aparecer los primeros días de clase. Por ello, es importante detectarlo cuanto antes ya que puede causar un deterioro significativo en su vida al interferir en su rendimiento académico como social.

Las causas del mutismo selectivo

Suele aparece en niños y niñas menores de 5 años. Es cierto que no hay una causa exacta, pero muchos expertos consideran que la mayoría de estos niños con esta afección tienen una forma de miedo o fobia extrema. Puede parecer que decían no hablar, pero en realidad es que el niño o niña es incapaz de hablar en según qué contextos. Por tanto, quienes desarrollan el mutismo selectivo tienen la capacidad de hablar, pero es incapaz de hacerlo en ciertos ambientes.

Veamos qué síntomas pueden indicar que padecen mutismo selectivo:

  • Miedo o ansiedad por estar con personas que no conocen
  • Timidez
  • Estar paralizados o apagados a la hora de hablar
  • No son capaces de hablar en ciertos contextos sociales
  • Capacidad de hablar y socializar solo en el hogar con la familia
  • Asentir con la cabeza para comunicarse

Si alguno de estos síntomas lo detectamos durante al menos un mes, se puede llamar mutismo selectivo. Es importante identificarlo en casa ya que en el colegio no cuenta igual al presentarse con timidez a lo largo de un tiempo.

¿Qué tratamiento hay que aplicar ante el mutismo selectivo?

La mejor terapia para tratar el mutismo selectivo es la cognitivo-conductual, siendo una buena noticia que con atención adecuada el mutismo selectivo tenga tratamiento. Otra forma de tratar el mutismo selectivo puede ser las técnicas de exposición gradual. Sin embargo, es importante que exista una colaboración entre padres, maestros y profesionales de la salud mental para crear un entorno de apoyo y comprensión que facilite la comunicación del niño/a.

La terapia conductual consiste en ayudarles a aprender a hablar en nuevos lugares para ellos/as. Nunca se les va a obligar a hablar ya que el ritmo va a ser gradual y no se les va a exponer a hacer algo difícil. La clave es estimular el habla y reforzar aquellas experiencias exitosas donde se expresan oralmente. Practicar estas acciones de manera progresiva y cuidadosamente hará que los niños adquieran confianza y se preparen para futuras experiencias más desafiantes. Además, a través de juegos para superar el mutismo selectivo, esta práctica puede ayudarles a adquirir la capacidad de hablar en cualquier contexto.

Guía completa sobre el autismo selectivo: consejos para ayudar

  1. Elogiar con etiquetados específicos: cuando se les felicita o premian por algo, en vez de decir "¡bien hecho!", que sea más concreto: "¡Muy bien por decirnos que quieres un batido!" Así los niños sabrán por qué exactamente se les elogia y se sentirán motivados para repetirlo más veces.
  2. Practicar ser su eco: quiere decir que repitas o parafrasees lo que quiere decir el niño. Le fortalece y le hace saber que ha sido entendido y escuchado.
  3. Esperar 5 segundos: a veces no le damos el tiempo suficiente a los niños a responder. Gracias a esta regla le ayudamos a aprender a tolerar su ansiedad.
  4. Narra los hechos: hacer un repaso de lo que está haciendo como "estás pintando un arcoiris" ayuda a expresar interés sobre lo que está haciendo y es una técnica que se puede recurrir cuando no está verbalizando nada.
  5. Reformular su pregunta: cambiar la pregunta con respuesta sí o no, a otra que aumente la probabilidad de una respuesta más elaborada.

 

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