La importancia de la calma en la educación infantil

La educación infantil es un período crucial para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños. Los entornos educativos que promueven la calma y el bienestar emocional pueden tener un impacto positivo en su aprendizaje, salud mental y calidad de vida.

Por ello, revisamos la evidencia científica sobre los efectos de la calma en la educación infantil, así como prácticas efectivas para fomentarla y actividades para trabajar el apego en el aula.

La necesidad para el bienestar

La infancia es una etapa fundamental en la vida, en la cual los niños establecen las bases para su desarrollo cognitivo, emocional y social. Los niños que reciben una educación temprana de calidad tienen más probabilidades de tener éxito académico, social y económico en la vida adulta.

Sin embargo, la educación infantil también puede ser estresante y abrumadora para algunos niños, lo que puede tener consecuencias negativas en su bienestar emocional y rendimiento académico.

En la actualidad, fenómenos sociales como el FOMO, están presentes incluso en edades tempranas. Este puede influir en la ansiedad y presión por encajar socialmente, por lo que los educadores deben implementar estrategias que mitiguen sus efectos en los niños.

La calma es un estado emocional que se caracteriza por la ausencia de estrés, ansiedad y tensión. Fomentar la calma en la educación infantil puede tener efectos beneficiosos en el aprendizaje, la salud mental y la calidad de vida de los niños, así como en su rendimiento académico.

Por el contrario, la ansiedad y el estrés pueden afectar negativamente la capacidad de los niños para concentrarse y retener información, además de ser factores de riesgo para el desarrollo de trastornos mentales en la infancia y la adolescencia, como la depresión. No solo eso, sino que pueden afectar al sueño, la alimentación y la actividad física. 

Prácticas efectivas para fomentar la calma en la educación infantil

1. Establecer rutinas y horarios consistentes: los niños se sienten más seguros y tranquilos cuando saben qué esperar durante su día escolar. Establecer horarios consistentes para las actividades y las comidas puede ayudar a los niños a sentirse más tranquilos y organizados
2. Incorporar momentos de meditación o respiración profunda: incluso los niños pequeños pueden aprender a meditar o practicar la respiración profunda para calmar sus cuerpos y mentes. Incorporar unos minutos de meditación o respiración profunda en el día escolar puede ser una excelente manera de fomentar la calma y la relajación
3. Proporcionar un espacio tranquilo: es importante que los niños tengan un lugar tranquilo donde puedan ir para relajarse y calmarse. Proporcionar una esquina tranquila con cojines y mantas, donde los niños puedan sentarse en silencio o leer un libro, puede ser una excelente manera de fomentar la calma
4. Enseñar técnicas de resolución de conflictos: enseñar a los niños a resolver conflictos de manera efectiva puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés en la escuela. Proporcionarles herramientas para manejar situaciones conflictivas puede ayudarlos a sentirse más seguros y en control
5. Fomentar el juego tranquilo: el juego tranquilo, como construir con bloques o jugar con plastilina, puede ayudar a los niños a relajarse y concentrarse. Proporcionar tiempo para el juego tranquilo y fomentar la creatividad puede ayudar a los niños a encontrar un sentido de calma y equilibrio.

Los beneficios que aporta

La investigación científica ha demostrado que la calma en la educación infantil puede tener una serie de beneficios para los niños, que incluyen:

• Mejora del rendimiento académico: cuando los niños están en un ambiente tranquilo y relajado, su capacidad para concentrarse y retener información aumenta, lo que puede mejorar su rendimiento académico
• Mejora del bienestar emocional: la calma en el ambiente escolar puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad en los niños, lo que a su vez mejora su bienestar emocional
• Mejora del comportamiento: los niños que se sienten seguros y cómodos en un ambiente tranquilo y relajado tienden a tener un comportamiento más positivo y cooperativo
• Mejora de la salud: la calma en el ambiente escolar puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad en los niños, lo que puede tener un efecto positivo en su salud física y mental
• Desarrollo de habilidades sociales: cuando los niños se sienten seguros y cómodos en un ambiente tranquilo y relajado, tienen más oportunidades de interactuar y socializar de manera positiva con sus compañeros

El bote de la calma para trabajar la inteligencia emocional

Existen numerosas formas, así como herramientas, para trabajar las emociones en todas las edades. Las técnicas de relajación son herramientas que ayudan con el control del estrés y la ansiedad. El bote de la calma es un elemento que resulta de una gran ayuda en este proceso.

¿En qué consiste y para qué sirve?

El bote de la calma se trata de una botella rellena de purpurina y agua. Funciona como una terapia para los niños, ya que les sirve para canalizar sus emociones cuando no saben muy bien como gestionarlas.

Cuando el menor la agita con fuerza, puede observar cómo la purpurina se mueve descontrolada por todas partes, como son sus emociones cuando siente frustración, enfado o ansiedad. Cuando deja de moverla, la purpurina poco a poco comienza a caer lentamente al fondo, al igual que sus emociones pasan y al final se consigue ese estado de relajación en el que todo vuelve a estar en orden.

¿Cómo lo podemos elaborar?

Para elaborar la botella de la calma para niños necesitaremos indispensablemente los siguientes materiales:

• Una botella de plástico
• Agua
• Purpurina
• Pegamento o glicerina

Algunos aspectos a tener en cuenta es que se recomienda que la purpurina sea de algún color en tono claro que favorezca la relajación. Además, también se puede usar colorante alimenticio para darle color al agua, en caso deseado.

Ahora que tenemos todos los materiales necesarios, vamos a explicar cómo se tendría que realizar.

En primer lugar, vertemos el agua en la botella sin llegar a llenarla entera. A continuación, debemos añadir dos cucharadas de pegamento y se removerá todo muy bien.

El siguiente paso es la purpurina. Debemos añadir entre dos o tres cucharadas de purpurina, puede ser de un único color o podemos mezclar varios, pero como indicábamos anteriormente, es muy importante que la selección de estos colores sea en tonos que favorezcan la calma. Entonces, tendremos que volver a remover todo para que se mezclen todos los elementos.

Si deseas echarle colorante al agua, este será el momento. Por último, volveremos a echar un poco más de agua, cerraremos la botella y la agitaremos muy bien.

¿Cómo funciona?

Su utilización podría ser de tal forma, que en ese momento en el que el alumno se encuentra mal, le animamos a que se siente. Le ofreceremos la botella y le pediremos que la agite con mucha fuerza. Entonces tendrá que observar el movimiento de la purpurina, viendo como al principio está descontrolada moviéndose por toda la botella.

En este momento le iremos señalando que esto es lo que está ocurriendo con sus emociones, las cuales están descontroladas y le hacen sentir ese malestar. Le volveremos a pedir que se concentre en cómo esta purpurina poco a poco va bajando hasta acabar en el fondo de la botella.

Le indicamos que observe como al igual que esta purpurina ha ido descendiendo muy lentamente hasta alcanzar esa tranquilidad, sus emociones también lo han hecho y como ahora está mucho más relajado.

Es muy importante que todo este proceso lo hagamos a su lado, no solo para ir señalándole lo que debe hacer y en qué debe enfocar su concentración en cada momento, sino también para hacerlo sentir acompañado y seguro.