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La empatía, el autocontrol o la reflexión sobre el entorno y la propia persona son algunas de las áreas que se trabajan en el mindfulness. Desde este punto de partida, cabe destacar que los beneficios del mindfulness en el aula van más allá. En los centros educativos, la práctica de esta metodología aporta ventajas en cuanto a la reducción de los niveles de estrés tanto de alumnos, docentes o padres o la mejora en la capacidad de concentración de los alumnos y, por lo tanto, de su rendimiento académico. El Postgrado en Mindfulness está orientado a implantar en el aula esta metodología y sacar el máximo rendimiento a estos beneficios.
La inteligencia emocional se basa en una de las capacidades para comprender a nuestras emociones y entender la del resto, además, el mindfulness contribuye a una atención plena. Reducir el estrés, aumentar el rendimiento, gestionar las emociones son algunas de las ventajas relacionadas con esta práctica dentro de las aulas. La inteligencia emocional trata de descubrir nuestras emociones, saber identificarlas, así como entenderlas y gestionarlas.
El mindfulness tiene en cuenta una atención plena, tener en cuenta el presente, así como mantenerse atento a lo que se hace y lo que pasa en cada momento. Se toma concienciación en lo que pasa tanto a nivel personal como en todo aquello que nos rodea. La meditación y estas sesiones ayudan a relajar la mente y que se consiga una calidad de vida y el bienestar personal.
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Desde el prisma de la empatía, la automotivación, el autoconocimiento emocional y las habilidades sociales, la inteligencia emocional en el aula, está adoptando un papel destacado en el mantenimiento de un ambiente de respeto y tolerancia. A través de la inteligencia emocional se está realizando una labor de prevención de conflictos entre los alumnos, donde paralelamente, los alumnos comienzan a desarrollar la capacidad de crear emociones positivas que tienen su eco en las aulas.
Hay que entender que uno de los grandes retos dentro de la educación necesitan de una serie de esfuerzos a la hora de entender cómo funciona el cerebro de un niño. Podemos afirmar que tener una óptima inteligencia emocional mejora la convivencia dentro de las aulas, así como mejora la motivación del alumno a la hora de la adquisición de nuevos conocimientos. El Mindfulness es una de las técnicas que ayudan a la gestión de las emociones y resolver conflictos ante situaciones adversas del aula.
El Postgrado en Gestión Emocional en Educación: Mindfulness dotará a los alumnos que lo finalicen con éxito de las herramientas a los alumnos generar una postura comprensiva ante la frustración y las emociones de sus compañeros de clase. Asimismo, es importante la formación por parte de los docentes para llevar a cabo la atención en este tipo de trastornos.
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