Efectividad
La efectividad según la Real Academia de la Lengua Española se define como: “Capacidad de lograr el efecto que se desea o espera”. También se entiende como dotar de validez algo, sobre todo documentos. Centrándose en el ámbito educativo, la efectividad escolar se refiere a lograr que el alumnado consiga adquirir aprendizajes significativos partiendo de una educación de calidad en base a la integración de todo el sistema educativo dado que este tiene como objetivo central educar con calidad, eficacia y equidad. Por lo tanto, una escuela eficaz tiene en cuenta el rendimiento y la situación inicial del alumnado promoviendo así que todos ellos alcancen los mayores logros.
Hay diversas investigaciones sobre qué es la efectividad escolar y cómo fomentarla. La mayoría de estas se centran en identificar cuáles son los factores que hacen que un centro educativo sea eficaz poniendo el foco en los procesos educativos. Según Murillo (2003), hay tres principios claves de la efectividad escolar. Estos son: la equidad, el valor agregado y el desarrollo integral del alumno. La equidad expone el hecho de que para poder ser eficaz se debe fomentar el desarrollo del alumnado. Esto indica que la eficacia y la equidad son principios que se necesitan el uno al otro. En cuanto al valor agregado, se puede considerar que una escuela es eficaz si los resultados que alcanzan sus estudiantes son más y mejores que los de otras escuelas con alumnado similar. Es decir, una escuela eficaz posee valor agregado si el alumnado consigue progresar más de lo que se esperaba dada las características sociales, económicas y culturales que posee. Finalmente, el desarrollo integral del alumno expone que en una escuela eficaz es la que se preocupa, además de los buenos resultados en las materias, se interesan en la formación en valores, en que el alumnado se desarrolle de forma íntegra y tengan buen bienestar y satisfacción.
La efectividad no solo engloba al alumnado, sino que para conseguir lo expuesto con anterioridad y que el modelo de escuela efectiva se cumpla, se debe considerar el rol facilitador y pedagógico del director. Este rol es esencial para conseguir que el profesorado se empodere y así se generarán decisiones en las políticas escolares en las que estos participarán activamente.
Los factores de efectividad escolar a nivel de escuela son varios. Entre ellos podemos encontrar el liderazgo con propósito, visión, objetivos y metas compartidas, concentración en la enseñanza y el aprendizaje de los alumnos, implicación de los docentes, claridad en derechos y responsabilidades de los agentes educacionales, clima positivo, expectativas elevadas y exigencia a los docentes, supervisión y seguimiento al progreso de la unidad educativa y, finalmente se encuentra la involucración apropiada y productiva de las familias. Además de estos, se pueden destacar cuatro factores que afectan y favorecen a la enseñanza efectiva. Estos son: profesorado efectivo, enseñanza estructurada y centrada en los alumnos, cobertura del currículo y clima en el aula.
Slavin en 1996 expone la enseñanza efectiva centrándose en cuatro dimensiones que fomentan una clase efectiva son: la calidad refiriéndose a esta como la enseñanza que se le da al alumno y es fácil de recordar, aplicar y relacionar con la vida cotidiana. La adecuación se refiere a la habilidad que debe de tener el docente para asegurarse que el alumnado está listo para entender una materia. El incentivo se expone como grado en el que el profesor asegura que el alumnado está motivado para trabajar en las actividades que se le exigen y para aprender. Finalmente, el tiempo. Este se refiere al margen temporal que debe de proporcionar el docente para que el alumnado pueda aprender el material que le están enseñando.
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